Con el corazón en la Carrera, aunque a muchos kilómetros de Granada, desde Suiza hemos vivido la peregrinación “María, Reina de Granada” como una única alma alrededor de la Madre, un alma inflamada de amor y de fe. Hemos puesto en sus manos de madre a cada familia, a los matrimonios jóvenes, a las parejas que se preparan para celebrar el sacramento del matrimonio, hemos puesto de manera especial en tu corazón de madre, a aquellas que están en dificultades, solo de tu Hijo puede venir la fuerza que necesitan para superarlas y que puedan vivir en paz y en la unidad, como rezamos en la oración del centenario.
Con que ternura de Madre miras a tus hijos que sufren la enfermedad, el paro, la violencia, la soledad y todo tipo de marginación.
Nos unimos a la oración de D. Javier, nuestro arzobispo cuando rezó delante de tu sagrada imagen, “por los enfermos, los parados, por las familias, por la paz, especialmente en Oriente Medio, por las madres que han perdido a sus hijos, por los esposos y los jóvenes, por la convivencia en Granada y la unidad de España; y pidió a Nuestra Madre para que nuestros corazones se abran a la luz de Cristo y dejemos espacio a su misericordia, para que alivie nuestras heridas del corazón, por su intercesión ante su Hijo, para que despierte en nosotros la esperanza verdadera que nos regenera en Cristo, para sentir siempre la presencia y compañía del Señor y que no se adueñe de nosotros la soledad –“es una de las almas del enemigo”, afirmó Mons. Martínez-, y que aumente y nos sostenga en la fe”, reseña que hemos encontrado en Zenit, de los medios de Comunicación social de nuestra diócesis.
La foto está tomada de la PáginaOficial del Centenario.