La Archidiócesis de Granada recibe la semana próxima, una de las imágenes más veneradas de Polonia, el icono de la Virgen de Czestochowa. Este viaje forma parte de una peregrinación mundial denominada «De Océano a Océano» como respuesta a la petición del Beato a Juan Pablo II cuando declaraba: «La urgencia de una oración por la vida que abarque al mundo entero». Dicha peregrinación, comenzó en el este de Rusia y finalizará en América, teniendo uno de sus momentos más emotivos a su llegada al Santuario Mariano de Fátima, desde donde saldrá para Canadá.
Después de recorrer Europa, la réplica del Icono está ahora en España y a nuestra Diócesis llegará el jueves 24 donde permanecerá hasta el día siguiente saldrá con dirección a Málaga. La Virgen de Czestochowa será acogida en la Basílica de Nuestra Señora de las Angustias, donde los granadinos tendremos la ocasión de acercarnos a rezar por la vida y la familia.
Hablar de Juan Pablo II hace que nos venga a la memoria su viaje de 1982 a nuestra ciudad, cuando entró por el Camino de Ronda subido en el autobús de la Alsina Graells por la avería que sufrió el “papamóvil” a la altura de la Chana. Allí, sentado en la butaca del cobrador, entró el Santo Padre en Granada y después de recorrer el centro de Granada se dirigió a la Virgen, donde rezó delante de la Patrona de Granada. Fue un 5 de noviembre de 1982 del que los granadinos guardamos un grato recuerdo. El tema de sus palabras en Granada fue sobre la Educación en la fe y la catequesis. Hoy volvemos a sentir sus palabras que nos animan a rezar por la familia y la vida junto a la imagen de la Virgen de Czestoschowa, delante de la cual tantas veces rezó. Era tal su devoción a esta imagen de la Virgen, que tenía una réplica en sus dependencias en el Vaticano.
Con las palabras que Juan Pablo II nos dirigió aquella tarde en Almanjayar, nos animaba a vivir el Evangelio, solo desde la vida se puede transmitir, decía: “Sí, el Evangelio no solo se transmite, sino que se participa en él. Quién más participa, transmite de manera más madura; y quien más generosamente transmite, más profundamente participa. En definitiva, el anuncio del Evangelio, el servicio a la fe, es acercar a Cristo a los hombres y acercar los hombres a Cristo. Entonces se cumplen sus palabras: “Venid a mí todos los que estáis fatigados y cargados, que yo os aliviaré”.
El deseo de la Delegación Diocesana de Pastoral Familiar en este año de la Fe, es aprovechar todos los momentos que tengamos en la vida de familia para reflexionar, para hablar en casa. La visita del Icono de la Virgen de Czestochowa nos parece una oportunidad más para hacerlo, al tiempo que nos animamos a pedir intensamente por la familia y por la vida.