La “Buena Noticia de la vida” no es exclusivamente para los creyentes, todos tiene el derecho a recibirla; El Evangelio de la Vida es para todos.: es para todos. En la defensa de la vida nos podemos poner todos de acuerdo, lo “sagrado” de la vida puede ser reconocido por creyentes y no creyentes y trabajar por la vida es trabajar por la sociedad, trabajar por la humanidad. Sobre este derecho a la vida, se fundamentan todos los demás derechos fundamentales del ser humano y es el centro del verdadero desarrollo humano.
No somos dueños de la vida de los demás, y a veces el problema está en que hemos perdido el “sentido de la propia vida”. Es necesario mostrarles a las madres gestantes que dudan llevan a termino su embarazo, “razones para vivir” y la mejor razón la llevan en su seno, además, el aborto es cosa de tres: “de la madre, del padre y del ser por nacer” ¿cómo quitarle la voz al ser que esta por nacer?. No somos dueños de nuestra propia vida de los demás, y menos aún de la de los demás.