Es maravilloso pensar que Dios ha creado a cada niño. Leemos en las Escrituras que Dios nos dice: «Aún si una madre llegara a olvidar a su hijo, yo no te olvidaré. Te llevo grabado en la palma de mi mano. Eres valioso para mí. Y te he llamado por tu nombre.
Madre Teresa de Calcuta.