Organizada por los Equipos de Nuestra Señora, el sábado 21 de febrero a las seis de la tarde, en el Salón de Actos de la Basílica de la Virgen de las Angustias tuvo lugar la Conferencia sobre » PROCLAMAR LA PALABRA DE DIOS HOY: RETOS Y DIFICULTADES » por el Padre D. José Romero Peinado. Un interesante tema y más aún cuando aún están recientes las conclusiones del sínodo de los Obispos sobre la Palabra, convocado por el Santo Padre Benedicto XVI en octubre de 2008, en el año en el que los Equipos tienen como lema “Jesucristo, centro de la vida del cristiano”: para todo cristiano, la Palabra es fundamental, pues como decía el Padre Romero “hemos nacido de la Palabra”.
No podemos proclamar la Palabra sin ser conscientes que Jesucristo es la Palabra de Dios, solo podemos hacerlo desde la fe. La Palabra tiene que ser interiorizada, vivida, tendríamos que ser palabras vivas. Para que la Palabra actúe es necesario crear un ambiente de oración, transmitir nuestra fe, contagiar nuestra vida de la palabra. Decía el Santo Padre en México que cuando una familia ama, vive los valores del Evangelio, podríamos decir vive la palabra, “se convierte en un evangelio vivo que todos pueden leer”.
La Palabra se proclama en las celebraciones litúrgicas, en los templos, en las manifestaciones religiosas. Pero tenemos que proclamarla con nuestra vida, como hizo la Virgen: toda su vida fue un bello magníficat de alabanza y acción de gracias a Dios. Pero todos tenemos que ser palabras vivas que anuncien “la Buena Nueva a todos los hombres” tenemos que inculturizarnos, vivir entre los nuestros y llevarles la Palabra con un lenguaje cultural adecuado al medio.
Siendo conscientes de que muchos de nuestros contemporáneos se siente decepcionados por lo “cristianos, y hablarles de Dios es difícil; incluso de que la nuestra preparación es escasa, incluso hay confusión, poco apoyo institucional…
Pero tenemos un secreto, Jesucristo es el centro de nuestra vida, sabemos que el está en medio nuestro hasta el final de los tiempos. Y aunque nosotros a veces no sepamos o no podamos, El si puede.