Del Movimiento de los Focolares nos escriben, contándonos de la Jornada que han tenido hoy en Granada, dedicada a la Nueva Evangelización y la vida de fe en la Parroquia:
«La propuesta para hoy sábado 24 de noviembre de 2012 era participar en la Jornada del Movimiento Parroquial y la verdad es que costaba trabajo sentarnos y comenzar, cuantos saludos, cuantos recuerdos, sobre todo para los que venimos de parroquias.
Veníamos de varias Parroquias: Chauchina, Huetor Tájar, Ogíjares, Armilla, Los Dolores, Las Angustias, de Sevilla, y hasta de Colombia había representación en el Salón Parroquial que se nos quedaba pequeño. Mientras los más pequeños hacían su encuentro para ellos. D. Blas nos ha delineado con belleza casi poética los momentos más decisivos en la Vida de Chiara Lubich y del nacimiento del Movimiento de los Focolares, espiritualidad de la que bebe el Movimiento Parroquial. Pasajes que a todos nos emocionan pues es ya parte de nuestras vidas. Un momento fundamental de sus palabras es cuando ha ido describiendo como la vida del Movimiento Parroquial se encuentra enlazado con la vida de la Iglesia, como la Espiritualidad de la Unidad se entrelaza con la vida de la Iglesia, con el quehacer cotidiano de una parroquia. Sus palabras las ha terminado con el que fue el testamento espiritual de Chiara “Sed una familia”.
Después se ha pasado a un momento de experiencias, nos han contado como el encuentro con la Espiritualidad de la Unidad ha transformado sus vidas: los ha llevado a reencontrarse con el Evangelio y hacerlo vida en ellos. Las palabras más repetidas han sido vivir la Palabra y amar. Un momento de emoción y de emociones contenidas: ¡cómo nos veíamos reflejados en ellos!, como el encuentro con Jesús nos ha transformado y nos ha llevado a amar a los demás. Como el encuentro con Dios que nos ama inmensamente nos ha dado alas para volar hacia El amando al hermano.
Después de un pequeño descanso Paco y Rocio, han puesto en común también su experiencia y los proyectos para este curso que comienza. Anima ver que somos pequeños grupos, pero que tenemos entre nosotros al aliado más fuerte, el que puede llevar todo esto adelante: Jesús. Nos animaban a ese trípode en el que tenemos que basar nuestra vida: la Eucaristía, la unidad entre nosotros y con el sacerdote que nos representa a Jesús, y una presencia continua de María en nuestra vida.
La mañana la han cerrado tres preciosas experiencias de la vida concreta en la Parroquia que nos han donado Ana de Ogijares, Mariola de Chauchina y Encarni de los Dolores.
La comida ha sido una auténtica fiesta: ¡éramos una verdadera familia”! y se seguía construyendo la misma realidad sobrenatural de la sala y dónde el “todo lo ponían en común” era la tónica general; se sentía un solo corazón y una sola alma. Muchos momentos para hablar, para contarnos, para hacer proyectos…
La tarde ha sido aprovechada para lo que habíamos visto durante la mañana pudiéramos ponerlo en común en los grupos y por las impresiones y por lo que ha costado cortar al algunos grupos ha sido realmente de mucho provecho.
Hemos terminado en la Basílica para la Eucaristía, donde hemos dado gracias por el día, por la oportunidad de crecer en las relaciones entre nosotros, de animarnos y contarnos, de ver que El lo quiere. Se sentía la familia, los cantos lo llenaban todo y costaba trabajo terminar. Ha sido la vida de la parroquia, comenzaban los bautizos, lo que nos ha hecho salir del templo. Después en la sacristía seguíamos contándonos del día.
Y con palabras de Paco y Rocío, solo un gran GRACIAS por el día».