Rostros alegres, felices, entusiasmados por encontrarnos alrededor de Jesús en la Eucaristía para vivir una de las fiestas más importantes para los cristianos, como decía D. Javier en su homilía. Todo un Dios encarnado en el vientre de una jovencita de Nazaret, un Dios hecho hombre por nosotros: ¡¡cabe mayor motivo de alegría!
A la Eucaristía por la vida se había unido la convocatoria de la Delegación Diocesana de Pastoral Familiar para celebrar la Jornada de la Vida, que había comenzado a las seis de la tarde en el salón de actos de la Curia, con una interesante conferencia de D. José Mazuelos Pérez, Obispo electo de Jerez. sobre la Instrucción sobre algunas cuestiones bioéticas Dignitas Personae, que con un lenguaje coloquial fue haciendo hincapié en los aspectos más interesante e importantes de la reciente instrucción de la Santa Sede sobre estos aspectos de bioética siendo motivo de mucha luz y clarificación para los asistentes.
Si la conferencia fue un himno a la vida, esperanzador y nunca excluyente, la Eucaristía, como decíamos antes, fue un bello momento de familia para rezar juntos por la vida.
Terminó la tarde con una invitación a los fieles a expresarse con libertad, públicamente, participando del modo que cada uno estime oportuno, en las iniciativas que están surgiendo en defensa de la vida.
” no condenamos a nadie. Pero queremos defender nuestra capacidad de expresar públicamente nuestra conciencia de la vida que es, además, la mejor que ha existido en la Historia, la más plenamente humana, la más capaz de responder a las exigencias de la razón y del corazón del hombre. ¿Por qué nos vamos a avergonzar de ello? Por supuesto que no”
Bellas palabras de D. Javier con las que queremos terminar esta reseña de las actividades de la Delegación Diocesana de Pastoral Familiar de la Diócesis de Granada.