11. Conclusión
Stanislaw Dziwisz
Para concluir querría dejar testimonio de un asunto más. Juan Pablo II era consciente que el mayor enemigo de la familia y de la felicidad de los hombres que la componen es el Mal, Satanás. Un ejemplo: el último día del año 1981, durante la Santa Misa en la Iglesia romana de II Gesu, lo dió a entender cuando afirmaba que estas Oscuridades quieren destruir la vida». Siendo perfectamente consciente de esta realidad, nunca se desanimó. El, al igual que el Papa Benedicto XVI lo ha dicho hace pocos días a los jóvenes en Cracovia, nos fortalecía en el convencimiento de que a pesar de las dificultades, incluso ataques directos a la vida familiar, es necesario hacerles frente. La familia permanecerá siempre, por que es fuerte por la fortaleza de Dios.
En una ocasión, era el año 1987 el Santo Padre visitó la ciudad de Stetin que, al igual que Valencia, se encuentra muy cerca del mar-. Allí afirmó: ‘Hay muchas clases de tormentas, como también ataques de nuestra debilidad y concupiscencia. Es necesario hacerles frente! Los que viven en la mar, los marineros, tienen que hacer frente a muchas tormentas para poder salvarse. Por tanto, cuando llegan estos ataques, acuérdate de las inspiraciones del Espíritu Santo, que llevas en tu interior. No para dirigirte en la dirección por la que esos vientos te lleven, sino para poder llegar a puerto, como un buen marinero». Llegar al puerto, es decir, a la casa del Padre dónde nos espera un hogar para toda la familia. Para cada uno nosotros.
Este es el motivo último de nuestra preocupación por la familia y por la vida: la felicidad eterna de cada hombre. Nos referimos a que cada hombre debe llegar a encontrarse con Dios, como hijo Suyo, como en Su familia, en Su casa, preparada para acoger a toda existencia humana. Estoy convencido que este era el modo de pensar del Siervo de Dios Juan Pablo II.
Stanislaw Dziwisz
Para concluir querría dejar testimonio de un asunto más. Juan Pablo II era consciente que el mayor enemigo de la familia y de la felicidad de los hombres que la componen es el Mal, Satanás. Un ejemplo: el último día del año 1981, durante la Santa Misa en la Iglesia romana de II Gesu, lo dió a entender cuando afirmaba que estas Oscuridades quieren destruir la vida». Siendo perfectamente consciente de esta realidad, nunca se desanimó. El, al igual que el Papa Benedicto XVI lo ha dicho hace pocos días a los jóvenes en Cracovia, nos fortalecía en el convencimiento de que a pesar de las dificultades, incluso ataques directos a la vida familiar, es necesario hacerles frente. La familia permanecerá siempre, por que es fuerte por la fortaleza de Dios.
En una ocasión, era el año 1987 el Santo Padre visitó la ciudad de Stetin que, al igual que Valencia, se encuentra muy cerca del mar-. Allí afirmó: ‘Hay muchas clases de tormentas, como también ataques de nuestra debilidad y concupiscencia. Es necesario hacerles frente! Los que viven en la mar, los marineros, tienen que hacer frente a muchas tormentas para poder salvarse. Por tanto, cuando llegan estos ataques, acuérdate de las inspiraciones del Espíritu Santo, que llevas en tu interior. No para dirigirte en la dirección por la que esos vientos te lleven, sino para poder llegar a puerto, como un buen marinero». Llegar al puerto, es decir, a la casa del Padre dónde nos espera un hogar para toda la familia. Para cada uno nosotros.
Este es el motivo último de nuestra preocupación por la familia y por la vida: la felicidad eterna de cada hombre. Nos referimos a que cada hombre debe llegar a encontrarse con Dios, como hijo Suyo, como en Su familia, en Su casa, preparada para acoger a toda existencia humana. Estoy convencido que este era el modo de pensar del Siervo de Dios Juan Pablo II.