LOS SANTOS
Los santos son grandes
porque habiendo comprendido la grandeza del Señor,
se juegan por Dios, como hijos suyos,
todas sus cosas.
Dan sin pedir nada a cambio.
Dan la vida, el alma, la alegría,
todo vínculo terreno, toda riqueza.
Libres y solos
lanzados al infinito,
esperan que el Amor los introduzca
en los Reinos Eternos; pero ya en esta vida
siente llenarse el corazón de amor,
del verdadero amor, del único amor
que sacia, que consuela,
de ese amor que rompe
los parpados del alma y da
lágrimas nuevas.
¡Ah! Ningún hombre sabe lo que es un santo.
Ha dado y ahora recibe;
y un flujo continuo
pasa entre cielo y tierra,
une la tierra al cielo
y fluye del abismo
ebriedad rara, linfa celestial,
que no se detiene en el santo,
sino que pasa sobre los cansados, los mortales,
los ciegos y paralíticos del alma,
y traspasa y rocía,
alivia, atrae y salva.
Si quieres saber que es el amor
pregúntaselo al Santo.
Chiara Lubich “MEDITACIONES”
ED. Ciudad Nueva