Un encuentro festivo testimonial no podía terminar sin contar con la presencia, como se hizo en México, de familias que compartieran su vivencia con nosotros, sus testimonio de que es posible vivir en familia el Amor de Dios, que de se pueden ser testigos de ese Amor, basta ponerse en sus manos y dejar que El vaya haciendo.
Isabel Gomez y Alejandro Grindlay compartieron su experiencia de vida de familia en la generosidad y la donación hacia los más débiles de la casa: los mayores y los pequeños, con una experiencia de unidad entre ellos y de confiar en la providencia y el amor de Dios que hacia fácil las dificultades que surgen en la convivencia diaria.
Juana María de Aro y Manuel Jurado compartían con los asistentes la necesidad de otras familias para mantener viva esta tensión a vivir con la presencia del Resucitado en la Familia, son necesitarías otras familias que ayuden a superar los momentos de dificultad que siempre surgen, es necesaria una espiritualidad conyugal.
Juana María de Aro y Manuel Jurado compartían con los asistentes la necesidad de otras familias para mantener viva esta tensión a vivir con la presencia del Resucitado en la Familia, son necesitarías otras familias que ayuden a superar los momentos de dificultad que siempre surgen, es necesaria una espiritualidad conyugal.
Alfonsi Marín y Javier González con sus hijas Natalia y Violeta pusieron en común algunos momentos de su vida de familia, como las aficiones también ayudan a mantener viva esta necesidad de que Dios este en medio de la familia y la música es un buen instrumentos para este fin. Tanto para Alfonsi que es su profesión, como para sus hijas que están en formación, pero también para Javier, es un continuo donarse los unos a los otros, algo que no queda en la familia sino que va más allá, llegando a la vida parroquial.
Perdonar la calidad de las fotos, pero no disponemos de otras de mejor calidad.