A todos ustedes congregados para celebrar el VI Encuentro Mundial de las Familias bajo la maternal mirada de Nuestra Señora de Guadalupe, «les deseo la gracia y la paz de Dios Padre y del Señor Jesucristo» (2 Ts 1,2).
… Los misterios gozosos se han ido alternando con el testimonio de algunas familias cristianas provenientes de los cinco continentes, que son como un eco y un reflejo en nuestro tiempo de la historia de Jesús y su familia. Estos testimonios nos han asegurado: «Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, yo estoy ahí en medio de ellos» (Mt 18,20). Y el Maestro está ciertamente con la fmostrado cómo la semilla del Evangelio continúa germinando y dando fruto en las diversas situaciones del mundo de hoy…
… es de suma importancia la oración en familia en los momentos más adecuados y significativos, pues, como el Señor mismo ha amilia que escucha y medita la Palabra de Dios, que aprende de Él lo más importante en la vida (cfr. Lc 10,41-42) y pone en práctica sus enseñanzas (cf. Lc 11, 28). De este modo, se transforma y se mejora gradualmente la vida personal y familiar, se enriquece el diálogo, se transmite la fe a los hijos, se acrecienta el gusto de estar juntos y el hogar se une y consolida más, como una casa construida sobre roca (cf. Mt 7,24-25). No dejen los Pastores de ayudar a las familias a que guste fructuosamente la Palabra de Dios en la Sagrada Escritura.
… La familia cristiana, viviendo la confianza y la obediencia filial a Dios, la fidelidad y la acogida generosa de los hijos, el cuidado de los más débiles y la prontitud para perdonar, se convierte en un Evangelio vivo, que todos pueden leer (Cf. 2 Co 3,2), en signo de credibilidad quizás más persuasivo y capaz de interpelar al mundo de hoy. Ha de llevar también su testimonio de vida y su explícita profesión de fe a los diversos ámbitos de su entorno, como la escuela y las diversas asociaciones, así como comprometerse en la formación catequética de sus hijos y las actividades pastorales de su comunidad parroquial, especialmente aquellas relacionadas con la
preparación al matrimonio o dirigidas específicamente a la vida familiar…
… la familia es también célula vital de la sociedad, el primer y decisivo recurso para su desarrollo, y tantas veces el último amparo de las personas a las que las estructuras establecidas no llegan a cubrir satisfactoriamente en sus necesidades…
… Es necesario, por tanto, desarrollar una cultura y una política de la familia, que sean impulsadas también de manera organizada por las familias mismas. Por ello las aliento a unirse a las asociaciones que promueven la identidad y los derechos de la familia, según una visión antropológica coherente con el Evangelio, así como invito a dichas asociaciones a coordinarse y a colaborar entre ellas para que su actividad sea más incisiva.
… exhorto a todos ustedes a tener una gran confianza, pues la familia está en el corazón de Dios, Creador y Salvador. Trabajar por la familia es trabajar por el futuro digno y luminoso de la humanidad y por la edificación del Reino de Dios. Invoquemos unidos humildemente la gracia divina…
Muchas gracias.