¿Porqué una semana? La pregunta es interesante y últimamente nos la han hecho varias veces. Lo suyo sería un año, o mejor una vida. UNA VIDA DEDICADA A LA FAMILIA. Esa vida estaría bien gastada.
La VII Semana de la Familia es como la punta de un iceberg, es mucha el trabajo que hay en nuestra Diócesis a favor de la familia, muchas personas dedican mucho tiempo a formación de matrimonios, al acompañamiento de familia, a mostrarle a los novios la belleza del matrimonio; escuelas de padres, encuentros, convivencias, conferencias.
La Semana de la Familia quiere ser ese momento en el que “todos los que trabajamos por las familias” tenemos en común, son otros a lo largo del año, pero este es privilegiado.
Y como mejor empezar la Semana que orando, poniéndonos en la presencia de Jesús. El que dijo que está con nosotros hasta el final de los tiempos: en este momento presente también. Pidámosle a El que cuide de las familias, que nos acompañe, que esté siempre presente en medio nuestro.
Igual que otros años ha sido la Delegación Diocesana de Pastoral Universitaria, nuestros universitarios los que han preparado la tarde de oración, Este año se lo hemos pedido a los jóvenes, a lo mejor que tenemos en nuestras casas, los que oren por las familias.
Nos uniremos a ellos en la tarde del martes, en la Colegiata de los Santos Justo y Pastor.