Una fila interminable de comercios, una riqueza refinada, pero exorbitante… Hay también niños y niñas montados en trineos tirados por renos y animalitos al estilo «Walt Disney». Y más allá trineos y viejitos pascueros, cervatillos, liebres, enanos rojos… Todo se mueve con gracia. ¡Ah, aquí están los angelitos! ¡Pero no…, son pequeñas hadas inventadas recientemente como adorno del paisaje nevado!
Un niño en compañía de sus padres, se eleva sobre las puntas del pie y observa deslumbrado. Pero, en mi corazón brota incredulidad y, después, casi rebelión. ¡Este mundo rico se ha adueñado de la Navidad y de todo su entorno, y ha desalojado a Jesús
!»Son niños entre cuatro y ocho años, algunos más chicos aún. Ofrecen a las personas que se encuentran, un pequeño niño Jesús que ellos mismo han ido haciendo recostado entre pajas y un pensamiento sobre la Navidad. Chiara se lo propuso a la generación más joven de los focolares, y es una tarea que todos los años, junto con sus padres, hacen por las calles de muchas ciudades.
El día 22 desde las 17:00 hasta las 20:00 horas y el día 23 desde las 11:00 hasta 14:30 y desde las 17:00 hasta las 18:30 horas
En su meditación Chiara termina diciendo: “Que por lo menos en todas nuestras casas se grite Quien ha nacido, haciéndole fiesta como nunca”.