En la homilía del jueves, el Santo Padre indica que el cristiano debe pensar, sentir y actuar como tal
El cristiano incoherente da escándalo y el escándalo mata: estas son las ideas que ha indicado el santo padre Francisco en la homilía de este jueves en Santa Marta.
En la homilía de hoy el Pontífice ha tomado como referencia la confirmación que ha administrado durante la misa. Quien recibe este sacramento –ha afirmado el Papa– manifiesta su deseo de ser cristiano. Ser cristiano significa dar testimonio de Jesucristo: es una persona que «piensa como cristiano, siente como cristiano y actúa como cristiano. Y esta es la coherencia de vida de un cristiano». Francisco ha observado que uno puede decir también que tiene fe «pero si falta una de estas cosas, no está el cristiano», «hay algo que no va, hay una cierta incoherencia». Y los cristianos, «que viven ordinariamente, comúnmente en la incoherencia, hacen mucho mal».
Francisco lo ha explicado así: «hemos escuchado al apóstol Santiago que dice a algunos incoherentes, que se retienen cristianos, pero se aprovechan de sus trabajadores, y dice así: ‘eh aquí, el salario de los trabajadores que han cosechado en vuestras tierras y que vosotros no habéis pagado grita, y las protestas de los cosechadores han llegado a los oídos del Señor Omnipotente’. Es fuerte el Señor. Si uno oye esto, puede pensar: ‘¡pero esto lo ha dicho un comunista!’ No, no, ¡lo ha dicho el apóstol Santiago! Es palabra del Señor. Es la incoherencia. Y cuando no hay la coherencia cristiana y se vive con esta incoherencia, se hace escándalo. Y los cristianos que no son coherentes dan escándalo».

Y ha proseguido: «si tú te encuentras delante –imaginemos– de un ateo y te dice que no cree en Dios, tú puedes leerle toda la biblioteca, donde se dice que Dios existe y también probar que Dios existe, y él no tendrá fe. Pero si delante de este ateo tú das testimonio de coherencia de vida cristiana algo comenzará a trabajar en su corazón. Será precisamente tu testimonio lo que le traerá esta inquietud sobre la cuál trabaja el Espíritu Santo. Es una gracia que todos nosotros, toda la Iglesia debe pedir: ‘Señor, que seamos coherentes'».
Por tanto, concluye el Papa, es necesario rezar «porque para vivir en la coherencia cristiana es necesaria la oración, porque la coherencia cristiana es un don de Dios y debemos pedirlo»: «Señor, ¡qué yo sea coherente! Señor, que yo no escandalice nunca que yo sea una persona que piense como cristiano, que sienta como cristiano, que actúe como cristiano».
Para finalizar, Francisco ha pedido que cuando caigamos por nuestra debilidad, pidamos perdón: «todos somos pecadores, todos, pero todos tenemos la capacidad de pedir perdón. ¡Y Él no se cansa nunca de perdonar! Tener la humildad de pedir perdón: ‘Señor, no he sido coherente aquí.¡Perdón!’ Ir adelante en la vida con la coherencia cristiana, con el testimonio del que cree en Jesucristo, que sabe que es pecador, pero que tiene la valentía de pedir perdón cuando se equivoca y que tiene mucho miedo de escandalizar. El Señor nos de esta gracia a todos nosotros».