MOVIMIENTO FAMILIAR CRISTIANO. GRANADA.

Hablamos con Encarnita Villén y José Pajares responsables provinciales del Movimiento Familiar Cristiano en Granada

Queridos Pepe y Encarnita, ¡que alegría poder empezar con vosotros estas charlas en familia! aunque pueda parecer tópico no lo es: nos sentimos de verdad una familia y nos alegra saber de cada uno y vosotros sois en Granada de los primeros movimientos familiaristas, por eso comenzamos con vosotros estras charlas en familia.

Gracias por tener esta iniciativa y por la idea de considerarnos todos una familia. Nosotros, uno de los hermanos mayores, atendemos con mucho gusto a esta propuesta y respondemos encantados a vuestras preguntas.

¿Cuándo comenzó la andadura del MFC en Granada, sabemos que nació a mediados de la década de los sesenta?


Aunque el MFC nació a finales de la década de los 40 en Uruguay, sin embargo en España, en los años 60 funcionaban diversos movimientos y en el Concilio Vaticano II se les pidió que se unieran. En 1966 varios de los movimientos decidieron unificarse, entre ellos estaban los “Equipos Pio XII” y la “Obra Apostólica Familiar”. Tras la reestructuración de idearios y estatutos, en 1967 se solicita de la jerarquía la erección canónica del Movimiento Familiar Cristiano. El MFC fue aprobado por la jerarquía española en 1968. Su ideario y estatutos fueron aprobados en 1974.

En Granada concretamente ya habían empezado en el curso 1961-62, en la Chana, un grupo de parejas (matrimonios y novios) a reunirse. Después se integraron en un equipo del MFC que aun existe y en el que están algunos de ellos.

¿Sobre qué pilares se fundamenta la espiritualidad del MFC, de donde arranca?

Uno de los objetivos que propone nuestro Movimiento a nivel nacional ( y se repite año tras año) para que los trabajen todas las diócesis es: “Impulsar la espiritualidad y la vida interna de los equipos”.

Estamos convencidos de que el nivel de compromiso con la familia y con la labor evangelizadora de la Iglesia se fundamenta en la vida interior y espiritualidad de sus miembros. A mayor nivel de oración y espiritualidad mayor nivel de compromisos.
Lógicamente la espiritualidad arranca del mensaje de Jesús y del compromiso de trabajar por el Reino y procurar que comience en este mundo.
A veces nos apoyamos en distintos incentivos puntuales, por ejemplo, este Año Paulino intentaremos fomentar la espiritualidad siguiendo el ejemplo de san Pablo
Para desarrollar la espiritualidad en los Equipos el listón que les ponemos es que deben ser comunidades de vida, de fe, de formación y de compromiso.

Acciones específicas que llevamos a cabo para alimentar la espiritualidad son: Oración comunitaria todos los martes. Comenzar y terminar todos los actos y reuniones con oración, retiros en Adviento y Cuaresma…

Los miembros de MFC se sienten Iglesia y colaboran con sus parroquias en Prematrimoniales, catequesis, cáritas…

Por estos años que llevamos trabajando en la Pastoral Familiar, hemos visto vuestro amor por la Iglesia, siempre os hemos sentido cercanos en cada una de las actividades que desde la Delegación se han propuesto, ¿Qué otras características os definen mejor?
La identidad del MFC se sintetiza en las siguientes cinco notas:

Movimiento de Iglesia: asume la misión de ésta y adquiere el compromiso de seguir los valores de Jesús.
Laical: Promovido y dirigido por seglares pero donde los sacerdotes consiliarios ejercen su ministerio.

Familiarista: Es su rasgo más específico, aunque no abandona el resto de campos de acción. Lucha por una familia abierta y comprometida, inspirada en el mensaje cristiano.
Comunitario: Es una Comunidad dentro de la Iglesia. Comienza en la comunidad familiar como verdadera iglesia doméstica, pasa por la comunidad de los equipos, Comunidad del MFC y llega a la Comunidad de la Iglesia Universal. El MFC es una comunidad de comunidades que trabajan por la extensión del Reino de Dios.
Evangelizador: La Iglesia no es una comunidad cerrada. El MFC es un movimiento apostólico que comparte con la Iglesia la misión de “anunciar el evangelio a todos los hombres”.

Os reunís por equipos donde profundizáis y avanzáis en vuestra vida personal y de familia, además de otras actividades realmente interesantes, muy brevemente ¿para vosotros como pareja, qué ha supuesto estar en contacto con el MFC?

Te lo vamos a intentar explicar matemáticamente: Antes de conocer el MFC éramos 1+1. Al conocer el MFC los dos comenzamos a ser más unidad. Se fortaleció el “nosotros”. Al mismo tiempo nos íbamos dando cuenta que los dos, más unidos, no éramos sólo dos sino que en medio se había infiltrado y diluido un Tercero (Jesús y su mensaje) y nos ha hecho que los dos no nos quedemos concentrados sino que nos dispersemos e intentemos llegar a muchos para extender el mensaje y el Reino.

¿Creéis que hoy una familia puede vivir aislada, o es necesario que entre en contacto con otras familias?

Estamos totalmente convencidos que hoy una familia no puede vivir aislada, o al menos su calidad de vida es infinitamente menor que si vive en contacto con otras personas. En este tema insistimos reiteradamente en los cursos prematrimoniales. Si nos asociamos en grupos de matrimonios nos enriquecemos como personas, como matrimonios y como familias. Por otra parte la fe o es comunitaria o no existe: Una persona puede ser muy religiosa viviendo en soledad pero para ser buen cristiano es imprescindible vivir en comunidad.

¿Cuáles son los proyectos del MFC en Granada para este curso?

En estas fechas cada uno de los Servicios y Comisiones del Movimiento está elaborando sus Planes de Acción para este curso. Algunos de los objetivos que se han propuesto para desarrollar estos Planes son:
1. Impulsar la espiritualidad y la vida interna de los equipos
2. Propiciar la preparación del matrimonio según el Directorio de Pastoral Familiar
3. Tratar de responder a los retos urgentes de la Iglesia y la familia.

Pero el objetivo general que nos propusimos hace dos años, y seguimos insistiendo en él es el de “Revitalizar el Movimiento Familiar Cristiano”. En Granada somos uno de los movimientos más antiguos y eso conlleva que sus miembros también lo son. Sentimos la necesidad de rejuvenecer el movimiento, de incorporar más gente joven. Ya hemos comenzado a hacerlo pero nos queda bastante camino que andar. Este camino lo vamos haciendo basándonos en nuestro lema del trienio “poned vuestros carismas al Servicio de la Comunidad” (1 Cor. 14) e intentamos animar a la gente a que acepte compromisos y responsabilidades en bien de los demás.

Gracias por vuestra amabilidad, realmente es hermoso sentir que de verdad somos una única familia las familias de nuestra Diócesis.

Gracias a vosotros por darnos esta oportunidad y contribuir a que nos sintamos todos los movimientos miembros de una misma Iglesia; que nos sintamos acogidos en el mismo barco aunque cada uno de nosotros se encargue de que sus velas vayan bien orientadas al viento para que el barco avance mejor. Os deseamos que el Espíritu os siga iluminando y soplando en esta línea para que entre todos consigamos una familia y una Iglesia mejor.

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